LA MAGIA DE LAS PIEDRAS ( CAPITULO ll )

Cuando, por ejemplo, en algún ritual utilizamos oro para acceder a la abundancia existente en el Universo y en nuestra propia vida, lo más probable es que no se trate simplemente del deseo de heredar cierta cantidad de la tía María, sino más bien de cambiar la pauta de nuestra vida, para acomodar a ella una más amplia posibilidad de riqueza. No olvidemos que el oro es también un mineral.
No podemos examinar aquí todas las piedras preciosas o semipreciosas de modo que haremos una selección y plantearemos un método para trabajar con ellas. Reconocerlas y averiguar cuales son las más apropiadas para ti, depende en buena medida de ti mismo. Puedes estar o no de acuerdo con mi manera de interpretar cada una de las piedras o solamente con alguna y con la forma que utilizo la magia. Como sucede con todos los utensilios primarios, la cuestión consiste en descubrir tu propia relación mágica con ellas.
( Continuara )
Anna Maat